LA GENERACIÓN DEL 14 Y CERVANTES.
La generación del 14 o novecentismo tuvo su líder intelectual en el ensayista y filósofo José Ortega y Gasset que acertó a formular muy pronto su programa cultural y político: modernizar España, de acuerdo con el lema "España es el problema, Europa, la solución", donde Europa significa específicamente la ciencia natural y la democracia liberal.

Al igual que generaciones anteriores se vio afectada por la obra de Miguel de Cervantes, encontrándonos obras de la época con referencias al simbólico Don Quijote.
Algunas de estas obras son,
José Ortega y Gasset: Meditaciones del Quijote (1914),
José Ortega y Gasset: «Ideología quijotesca. El manifiesto de Marcela»
Manuel Azaña: La invención del Quijote.
Manuel Azaña: La invención del Quijote.
La obra de Castro sobre nuestro clásico se compendia en tres libros: El pensamiento de Cervantes; Hacia Cervantes ; y Cervantes y los casticismos españoles (1966). Su última contribución cervantina es una edición del Quijote para la editorial Magisterio Español (1971), sin notas, pero con un extenso estudio preliminar titulado «Cómo veo ahora el Quijote», al cual quisiera dedicar particular atención por contener sus últimas ideas cervantinas.

"... Existen hombres decididos a no contentarse con la realidad.
Aspiran los tales que las cosas lleven un curso distinto:
se niegan a repetir los gestos que la costumbre, la tradición, y en resumen, los instintos biológicos les fuerzan a hacer.
Estos hombres llamamos héroes. Porque ser héroe consiste en ser uno, uno mismo.
Si nos resistimos a que la herencia, a que lo circunstante nos impongan unas acciones determinadas, es que buscamos asentar en nosotros, y sólo en nosotros, el origen de nuestros actos.
Cuando el héroe quiere, no son los antepasados en él o los usos del presente quienes quieren, sino él mismo.
Y este querer ser él mismo es la heroicidad.
No creo que exista especie de originalidad más profunda que esta originalidad 'práctica', activa del héroe.
Su vida es una perpetua resistencia a lo habitual y consueto.
Cada movimiento que hace ha necesitado primero vencer a la costumbre e inventar una nueva manera de gesto.
Una vida así es un perenne dolor, un constante desgarrarse de aquella parte de sí mismo rendida al hábito, prisionera de la materia...". -Meditaciones del Qujiote.
Aspiran los tales que las cosas lleven un curso distinto:
se niegan a repetir los gestos que la costumbre, la tradición, y en resumen, los instintos biológicos les fuerzan a hacer.
Estos hombres llamamos héroes. Porque ser héroe consiste en ser uno, uno mismo.
Si nos resistimos a que la herencia, a que lo circunstante nos impongan unas acciones determinadas, es que buscamos asentar en nosotros, y sólo en nosotros, el origen de nuestros actos.
Cuando el héroe quiere, no son los antepasados en él o los usos del presente quienes quieren, sino él mismo.
Y este querer ser él mismo es la heroicidad.
No creo que exista especie de originalidad más profunda que esta originalidad 'práctica', activa del héroe.
Su vida es una perpetua resistencia a lo habitual y consueto.
Cada movimiento que hace ha necesitado primero vencer a la costumbre e inventar una nueva manera de gesto.
Una vida así es un perenne dolor, un constante desgarrarse de aquella parte de sí mismo rendida al hábito, prisionera de la materia...". -Meditaciones del Qujiote.
Correcto
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